Por: Maggie Otero
A una década de que la Ley General para el Control del Tabaco entrara en vigor en México, la población aún se encuentra afectada ante la falta de espacios 100% libres de humo de tabaco en diversos estados del país dada la lenidad de dicha ley. Aunque al menos 8 estados de la República han adoptado esta legislatura, el resto de las 32 entidades federativas no han tomado las medidas necesarias para mitigar el efecto de este factor de riesgo. Tristemente, de acuerdo con la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos 2015 (GATS 2015), de las 3.9 millones de personas han sido constantemente expuestas al humo de tabaco de segunda mano en México, alrededor del 42% han sido expuestas en universidades, 24% en restaurantes, 24% en el transporte público, 17% en lugares de trabajo, y cerca de 14% en escuelas. Claramente, estas cifras representan un reto importante para los líderes en todos los niveles del país, ya que los fumadores pasivos tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer pulmonar, enfermedades cardiovasculares, bronquitis y neumonía en niños, y bajo peso al nacer si las madres son expuestas al humo de tabaco ajeno durante el embarazo.
Como sociedad civil, exigimos que el gobierno tome acciones contundentes que prevengan la exposición al humo de tabaco en espacios públicos a través del país, y que la ley General para el Control del Tabaco sea adoptada por todas las entidades de la República, con el fin de proteger la salud de los ciudadanos mexicanos.
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