• Grasas trans=veneno, manifiestan.
  • Los AGTP de solo sirven a intereses comerciales y dañan la salud.
  • Transnacionales de alimentos no aplican las mismas medidas en los países.

Ciudad de México, a 30 de marzo de 2022. Las palabras grasas trans deben significar veneno para la población de nuestros países, al considerar los daños que causan a la salud y por ello Latinoamérica ha de caminar firme hacia la eliminación en cada país de los ácidos grasos trans de producción industrial (AGTPI) y su regulación en 2023, lo que permitirá a la región cumplir con la Agenda 2030, señalaron hoy expertos y activistas sociales de Argentina, Brasil, Perú, México, de la OPS y NCD Alliance durante la presentación del primer Reporte Sombra de las Políticas Públicas para la Eliminación de las Grasas Trans de Producción Industrial, editado por Salud justa Mx.

La OMS/OPS llama a eliminar el uso de las AGTPI para 2023 y muchos ministerios de salud de Latinoamérica han aprobado ya dicha eliminación y están dispuestos a monitorear su presencia en los productos ultraprocesados, señaló el Dr. Fabio Da Silva, experto de la OPS son sede en Washington, D. C. Agregó que el plan de acción de la OMS/OPS sobre el tema incluye la prohibición total del uso de acetes parcialmente hidrogenados, que inventó la industria de los alimentos desde hace más de cien años con fines comerciales; la limitación a no más del 2% de AGTPI de total de grasas contenidas en todos los alimentos y la combinación de ambas estrategias de acuerdo con las circunstancias de cada país.

Luego de reconocer el papel de la Coalición América Saludable para la integración de la red latinoamericana de personas con distintos perfiles que impulsa las políticas públicas dirigidas a eliminar las grasas trans de los productos alimenticios, el Mtro. Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa, subrayó que el primer reporte sombra en la materia pudo concretarse gracias a la recopilación de materiales de investigación, de legislación y de regulación, pero muy principalmente a partir de entrevistas con expertos experimentados que han interactuado con autoridades, grupos académicos y agencias internacionales para dar soporte a las tareas de incidencia pública.

El reporte sombra fue preparado por la Lic. Claudia Moreno Torres y Darina García Toledo, integrantes de Salud justa Mx. La primera reconoció que en la mayoría de los países de la región no hemos cumplido aún con la regulación de las grasas trans, por lo cual es de suma importancia que investigadores y activistas sociales trabajen juntos y que identifiquen y sumen a campeones del gobierno, sean del Poder Legislativo o del Ejecutivo, además de establecer comunicación elocuente con la ciudadanía. Recordó que en México el Senado ya aprobó por unanimidad la regulación de los AGTPI y espera que su colegisladora haga lo propio antes de que concluya el año. Destacó el papel de las organizaciones de la sociedad civil que saben promover causas comunes, definir liderazgos y diseñas estrategias.

La Lic. García Toledo destacó la pluralidad de acciones llevadas a cabo por las organizaciones de la sociedad civil para impulsar las políticas en favor de la eliminación de las grasas trans. Unas iniciativas pudieron transitar por la vía del Poder Ejecutivo y otras con apoyo de los legisladores; dijo que las organizaciones sociales apoyaron con trabajo de incidencia y comunicación estratégica, que la fiscalización y verificación posteriores a que se aplique la prohibición o regulación de las medidas adoptadas para regular o eliminar las AGTPI es un reto por afrontar para confirmar que los cambios sean reales, pues nos hay suficientes expertos en la región sobre ese renglón, dijo, para añadir que las industrias han sido conscientes del daño que causan los AGTPI pero pusieron en práctica tácticas dilatorias para retardar la aplicación de las medidas.

Lorena Allemandi, consultora internacional de NCD Alliance, quien moderó el panel de expertos, destacó la importancia del trabajo en red de las organizaciones sociales que impulsan en el continente la eliminación del uso de grasas trans en la producción de alimentos industrializados; el intercambio de experiencias y conocimientos permiten aprender en colectivo y trazar estrategias compartidas o nutrirse de las que han sido exitosas en ciertos países para adecuarlas a otras realidades. Este trabajo coaligado genera evidencia, intercambia materiales, establece acuerdos, por ello hizo el llamado para que Latinoamérica llegue a 2023 libre de grasas trans de producción industrial, expuso.

Entre los retos que Brasil afrontó para aplicar la regulación a los AGTPI, además del retraso por la pandemia, fueron los largos tiempos de discusión y aprobación de los procesos regulatorios, el acceso al conocimiento necesario sobre tecnología de alimentos, así como la constante interferencia de la industria y la escasa participación de la sociedad civil, señaló la especialista Ana paula Bortoletto. Recomendó que para impulsar dicha regulación sirve mucho la construcción de redes de apoyo por parte de actores del área médica pues tienen gran credibilidad entre los ciudadanos. Estuvo de acuerdo en la firma de acuerdos internacionales sobre la materia tratada, pero a condición de que sean concretos y claros sobre lo que deben hacer los gobiernos para insertarlos en sus agendas prioritarias.

Jaime Delgado compartió que en Perú denunciaron hace 20 años a una empresa que publicitaba su margarina con el lema “Protege tu Corazón”, al no contener colesterol, sin embargo, los tribunales desestimaron la denuncia alegando “evidencia insuficiente de grasas trans”. Dijo que la ley de Alimentación Saludable eliminó totalmente el uso de grasas trans en 2013 y que para 2021 ya no se permiten los aceites producto de la hidrogenación, lo que aceleró el proceso de readaptación de las industrias. “Las palabras grasas trans deben significar veneno para las personas, como ya sucede en mi país”, dijo. Se manifestó sorprendido porque una empresa transnacional mexicana de panes y pastelillos, entre otros productos, ya los fabrica en Perú sin AGTPI, pero en México no aplica la misma medida.

Argentina modificó desde 2010 su Código Alimentario mediante un decreto del Ejecutivo para establecer el uso máximo de hasta el 2% de AGTPI en el contenido de grasas totales de los productos y hasta el 5% de aceites en el resto de los alimentos, expuso la investigadora Luciana Castronuovo, para añadir que en 2021 desde la sociedad civil se impulsó la iniciativa para que el país se ajustara a los estándares del paquete de estrategias REPLACE de la OMS. Subrayó que ha sido más dificultoso trabajar en la reforma a una ley existente, que lo que hubiéramos tenido que hacer para crear una ley nueva. Tratar con diferentes actores de los ministerios de Salud, de Agricultura o del Poder Legislativo plantea desafíos no menores. El trabajo entre la sociedad civil y los investigadores es clave, al igual que comunicar mensajes claros y sencillos, como “las grasas trans son malas”, resaltó.

“Escribir un primer reporte sombra sobre grasas trans y armar la red de especialistas que trabajan en el impulso de políticas públicas para su eliminación, es un gran paso, estimó la Dra. Beatriz Marcet Champagne, directora de la Coalición América Saludable (CLAS), pues nuestra región es generosa en organizaciones solidarias, colaborativas; recomendó ser estratégicos en las tareas a emprender para no competir en los esfuerzos que impulsan unas políticas u otras, además de construir liderazgos y redes de apoyo con especialistas de la salud. Destacó que la OPS ha sido una aliada fundamental, así como donantes internacionales que impulsan la atención a las enfermedades no transmisibles. Concluyó al decir que CLAS integrará un repositorio de materiales referidos a los AGTPI.